En medio de la adversidad más dolorosa ¿puedes confiar en Dios?
“Así como los titulares noticiosos plantean preguntas sobre la participación de Dios, lo mismo ocurre en el caso de tragedias personales; tal vez aún más, porque a menudo sufrimos solos con nuestras preguntas y ansiedades. Mientras escribía este capítulo tenía siete amigos que luchaban contra el cáncer. Un día, durante el almuerzo, un amigo empresario me confió que su empresa está peligrosamente cerca de la bancarrota; otro experimentó angustia por un adolescente espiritualmente rebelde. La verdad es que todos nos enfrentamos a la adversidad de diversas formas y en distintos momentos”, desliza Bridges.
El autor abre su corazón y confiesa que “es cierto que estos eventos pequeños son temporales y palidecen hasta la insignificancia ante los eventos verdaderamente trágicos de la vida. Sin embargo, para la mayoría de nosotros la vida está llena de pequeños eventos, pequeñas frustraciones, pequeñas ansiedades y decepciones que nos tientan a inquietarnos, enfurecernos y preocuparnos. Aún en el crisol de este nivel menor de adversidad tenemos la tentación de preguntarnos: «¿Puedo confiar en Dios?»… Quienes siguen a Cristo no son inmunes a tal dolor. De hecho, a menudo parece que su dolor es más severo y frecuente, más inexplicable y profundo que el del incrédulo. El problema del dolor es universal y tan antiguo como la historia humana”.
Tal vez el ser humano sólo necesita que validen su dolor, que empaticen con él y que lo escuchen. El autor vuelve a plantear: “¿Dónde está Dios en todo esto?. ¿Puedes realmente confiar en Dios cuando la adversidad golpea y llena tu vida de dolor? ¿Es verdad que viene al rescate de quienes le buscan?”. A lo que responderá con autoridad y firmeza: “para confiar en Dios, siempre debemos ver nuestras circunstancias adversas con los ojos de la fe, no del sentido común. Y así como la fe para salvación viene por escuchar el mensaje del evangelio (Romanos 10:17), la fe para confiar en Dios en la adversidad viene solo por medio de la Palabra de Dios. Es solo en las Escrituras que encontramos una visión adecuada de cómo se relaciona Dios con nuestras circunstancias dolorosas y cómo participa en ellas. Solo de las Escrituras, aplicadas a nuestro corazón por el Espíritu Santo, recibimos la gracia de confiar en Dios en la adversidad”.
“¿Realmente Dios está en control?” resulta un profundo estudio bíblico, un encuentro con la Palabra de Dios, que sana, libera, contiene y fortalece. Es un libro que llevará al lector a desear conocer más y más del Dios de la Creación, y hará de la lectura bíblica un ejercicio tan natural y necesario, como la respiración para mantener la vida. De una manera fácil de entender, y con ejemplos bien prácticos, este libro consolará a quienes lloran y ayudará a quienes sufren a entender cómo obra Dios en la vida de las personas.